jueves, 30 de junio de 2011

Cronicas de Viaje

Anécdotas de niños en Bicentenario.

Autor

Ivonne Azereth Meneses Amador

Vallas metálicas resguardan el acceso principal para el Palacio Nacional. Antes de ingresar a la magna exposición “México: 200 años. La Patria en Construcción”, en sus últimos meses de exhibición, oficiales y vigilantes piden a los visitantes no llevar líquidos, plumas, dulces y ni bolsas grandes, de lo contrario tienen que dejar sus pertenencias en paquetería por lo cual tuvimos que acatar la indicación. A partir de las nueve de la mañana, 40 niños de primaria aguardan aguardaron, (entre pláticas y disgustos), pasar por los detectores de metales. En la segunda inspección dejamos celulares, cámaras, llaves, monedas u objetos metálicos en canastas. Algunos pocos desafortunados, regresamos a una tercera inspección porque si suena la chicharra, se vuelve a pasar por toda la inspección. Entre los menores de edad se escucha su malestar ante las medidas extremas para pasar a la exposición.

El trayecto de “seguridad” aún no terminaba, los chicos de primaria debieron formar una sola fila, tres profesoras resguardaron de principio a fin el grupo escolar. ¡Formen a su grupo y silencio! Ordenó otro oficial; entre gritos, de nuevo ingresamos a un tercer detector de metales y las bolsas de mano se escanearon en un aparato de rayos X, para ese momento nuestro reloj marcaba 9:25, el tiempo justo para iniciar la visita guiada, pues a pesar de todas las penurias, el grupo seguía con entusiasmo.

La Fuente del Pegaso del patio principal ayudó a desestresar a los chicos, que para esos momentos y ante la tensión inicial, algunos caminaban más aprisa, lo que nos dio tiempo para tomar nuestras primeras fotos. Prosigue la caminata para ingresar al patio trasero del Palacio Nacional, al llegar a los arcos del segundo patio observan la capilla de la Emperatriz Carlota y algunos vestigios de las primeras columnas del antiguo Palacio de los Virreyes, por menos de 20 minutos explicó los orígenes de la actual sede del Poder Ejecutivo Federal. Entre anécdotas se dan las indicaciones para ingresar a la sala audiovisual, la Galería Nacional, los murales de Diego Rivera, el Mausoleo de los Héroes de la Independencia y finalmente los salones presidenciales.

¡De prisa!—digo a los niños, y éstos vuelven a formarse en tres hileras en el área donde se localiza el Salón de la Tesorería, entre estudiantes de otras escuelas, turistas y público en general; el grupo de primaria, después de 13 minutos de espera, ingresan a la sala Audiovisual. Imágenes de héroes de la Independencia y Revolución son iluminadas, el interior lo cubren espejos por sus cuatro muros y las pantallas están encapsuladas, entre la penumbra el ambiente es de expectación. Los murmullos de la gente se minimizan al escuchar indicaciones en español e inglés que prohíben tomar fotos o grabar durante la función, a lo largo de cinco minutos proyectaron imágenes de nuestra nación, desde los monumentos prehispánicos, las riquezas naturales y los últimos cambios tecnológicos de México, el público sucumbió antes los efectos sonoros y las imágenes de la proyección. Al finalizar la gente aplaudió, volviéndose a encender las luces y proseguir el recorrido hacia la Galería Nacional del Bicentenario.

Siendo las 11:05 de la mañana, los alumnos subieron corriendo por las escaleras. ¡En orden!--gritó un militar. Formados por cuarta vez, pero con dos filas una de niñas y otra de niños, tocó nuestro turno para ingresar al museo itinerante. Con previa advertencia de que no era posible realizar alguna explicación o visita guiada al interior, debido a la cantidad de visitantes. ¡Gracias por avisarnos! Dos puertas de cristal abrieron mostrando todas las banderas de México, así como de los principales batallones que lucharon por la libertad de nuestra república. El grupo desesperado y con dudas, empezó a separarse y distraerse, con voz fuerte se les mencionó algunos datos generales, pero el grupo era tan grande y las salas tan pequeñas que no permitían unificar la información. El único lugar que se tuvo para explicar era entre el estandarte y el acta de la Independencia de México. Cuadros de óleo, baúles, escritos, armas, vestidos, mobiliarios y maquetas, tratan de plasmar los estilos de vida de 200 años de liberación mexicana. De pronto una sirena suena, la tensión aumenta, la gente de seguridad nos indica: ¡Desalojen el área!, el personal abre puertas de emergencia. Los alumnos, profesoras y público baja por las escaleras principales, todos se reunieron en la Fuente del Pegaso. Oficiales y personal de protección civil con altavoces nos gritan: ¡Es un simulacro! Los estudiantes en esos momentos explotan entre risas nerviosas ante la primera experiencia de simulacro. Pasada la falsa alarma, prosiguió la visita a las secciones especiales del Palacio Nacional.

El tiempo era crítico para la logística de la escuela, eran las 11:34 am y faltaba la mitad de la exposición. Necesitábamos una escala técnica, ¿Dónde están los baños? El personal nos permitió saltarnos algunas salas, para ingresar al tocador, como era de esperarse las niñas hicieron una fila más larga. Por fortuna los sanitarios del segundo piso están limpios y son amplios. Por casi 15 minutos los alumnos pudieron sentarse en una pequeña área afuera de los baños. ¡Arriba, prosigamos!—gritó a los muchachos.

Caritas de cansancio, comentarios de ¡tengo hambre y sed! cada vez se hicieron más evidentes. Era lógico su malestar, su lunch y bebidas se quedaron en el camión, algunos de ellos les tiraron a la basura sus botellas de agua al ingresar al recinto. Los pasillos y salas eran reducidos, no había espacios para descansar con un grupo de 40 niños y era imposible encontrar algún lugar para tomar agua. Para dar ánimos al grupo se gritó: ¡Falta poco! A lo que un niño respondió: ¡¿Pero cuanto…?!

Sobre el pasillo del segundo piso en la penúltima sección, sólo se explicó el efecto “Poli angular” de la mirada del bebé del último mural de Diego Rivera, fue interesante observar cómo el grupo participó cuando se le indicó que deben moverse de un extremo a otro y observar fijamente los ojos del niño envuelto en el rebozo; ¡Ay me sigue con la mirada! Gritaron algunos, ¡a mí no me sale!, para reafirmar el concepto les pregunté ¿Cómo se llama el efecto visual? “Se llama Poli angular” – algunos gritaron, ¡Perfecto!—confirmé.

Después un cortinaje negro y pesado, con música solemne retumba al iniciar nuestro siguiente punto. El lugar aloja los restos óseos de los héroes de la independencia, en letras de oro y urnas laqueadas negras, huesos largos y cortos de Allende, Aldama, Morelos, por mencionar algunos; descansaban sobre cojines de terciopelo rojo. En medio, bajo una luz tenue, un cofre de cristal exhibe los cráneos de los principales caudillos. Surgió una pregunta ¿Pero de quien es cada cráneo?, no hubo respuesta.

Para finalizar, continuamos a los Salones Presidenciales. Personal del Estado Mayor Presidencial indicaron, ¡guarden silencio, no se recarguen en los barandales, no tomen fotos y formados! Y ¡Sean bienvenidos!, escuche maestra, no se puede explicar al interior.

Entro los muros de la sección restringida, están los óleos de los dirigentes de nuestra nación desde época prehispánica hasta Vicente Fox; pasamos por el comedor presidencial, el escritorio, salón de acuerdos, la biblioteca, el primer elevador, salón Morisco, Salón Morado, Salón de los Embajadores, y por último nuestro grupo se asomó en el lugar donde da el grito de independencia el Presidente en turno. Al salir del balcón presidencial más de cinco granaderos, obstruyen con su imponente aspecto nuestro camino y volvemos sobre nuestros talones. Con esto se cierra la visita guiada a “La Magna Exposición México: 200 años. La Patria en Construcción.”

Las escaleras encaminan nuestro andar al patio trasero del Palacio Nacional hacia la salida ubicada en la calle de Moneda. Eran las 12:36 del mediodía, contábamos con 10 minutos para llegar a las rejas de la Catedral Metropolitana, donde el autobús tenía que recogernos, para continuar nuestro recorrido al Palacio de las Bellas Artes con previo aviso y oficio a servicios Escolares, se agendó una visita a las 13:00 pm para observar el interior del Palacio de las Bellas Artes.

En la salida de Moneda los adultos vivimos momentos de tirantez, ante la premura por llegar a la Catedral, el sol incandescente, las banquetas llenas de ambulantes y gentes. ¡Agárrense las manos y no se separen! Gritamos los coordinadores a los educandos. Entre bolsas, carritos, peluches, empujones, chiflidos, el aroma del copal y albahaca inundaba nuestro olfato. Llegamos al atrio de Catedral ¿dónde nos ubicamos con los pequeños? La divinidad estaba de nuestro lado, había una pequeña carpa que cubrió al grupo. Las niñas y niños con rostros chapeados, sentados en el suelo y fastidiados realizaron una actividad recreativa que los retaba, el juego del ping, ping, ping, poiiing era parte de un plan para matar el tiempo. A la distancia vimos el autobús. ¡Fórmense rápido!—indiqué; subir o bajar grupos enfrente de Catedral o Palacio Nacional, debe ser breve y con el operador al volante, de lo contrario multan. El transporte partió volando a las 12:50.

La calle de Tacuba nos llevó directo a espaldas del Palacio de las Bellas Artes, antes de bajar se sugirió al chofer estacionar el camión en la calle de Valerio Trujano. Quince minutos sirvieron para que el grupo comiera y se refrescara, al interior del autobús las profesoras y alumnos pudieron relajarse, muchos venían parados de sus asientos, algunos compartieron su comida a los adultos, el tráfico era abrumador sobre la avenida. Con 15 minutos de retraso llegamos tarde a nuestra visita programada gratuita. Plan B, inicia la visita guiada en exterior e interiores del imponente Palacio que fue una de las grandes obras que impulsó Don Porfirio Díaz, en el marco de las celebraciones del centenario de la Independencia, irónicamente se suspendió al iniciar la Revolución Mexicana.

En la sombra, los niños y niñas de primaria observaron el color blanco grisáceo del exterior del mármol de Carrara, se describió cuál era la idea original del Palacio de las Bellas Artes con el diseño del arquitecto italiano Adamo Boari, al observar todos los detalles exteriores de las esculturas y relieves con vegetales o de animales originarios de México; es decir elotes, calabazas, chayotes, monos, coyotes, ocelotes, caballeros águila, etc. Se hablo de la moda francesa, el Art Noveau, la vida del Porfiriato, cada frase se trataba de relacionar con su vida actual; de esta manera se logra un aprendizaje significativo. Pero cuando todo parecía perfecto, un vigilante nos llama la atención para mover al grupo y bajar la voz. Era tiempo de ver la nueva restauración de interior del Palacio de las Bellas Artes eran las 13:30 de la tarde.

El interior está recubierto con distintos materiales y colores de origen nacional bajo la supervisión del Federico Mariscal, el bronce, acero, el mármol rojo veteado en blanco de Durango, el mármol rosa y café de Querétaro, mármol negro de Monterrey, lámparas eléctricas recubiertas con ónix de Oaxaca, la decoración de los terminados nos recuerdan a la iconografía prehispánica, grecas, mascarones de Chac o Tlaloc deidades de la lluvia. Todo el interior expresa una nueva corriente artística conocida como Art Decó, pero mexicanizado.

Mientras esperan el inicio de la función o la visita guiada, el público se reúne en el vestíbulo para ingresar al auditorio del Bellas Artes. Las puertas de acceso se abren después del ingreso del personal del Palacio, dando prioridad a las escuelas para sentarse en las primeras filas. El escenario es espectacular, considerado como el corazón del Palacio, la sala tiene la forma de embudo permitiendo que la vista y el oído se dirijan al escenario, creando una buena acústica. Durante la explicación, existe algo de movimiento en el foro, se ven bailarines ensayado, incluso un pianista. Alrededor se localizan las butacas, los palcos generales, lunetos y galerías, en medio de la sala se observa el palco presidencial, dicho sitio es para jefe de Estado y sus invitados. Extrañamente los estudiantes permanecen mudos, no hacen preguntas, ni hablan entre ellos, pero no dejan de tomar fotos al interior del auditorio.

El guía invita a fijarnos en el plafón que diseñó Géza Maróti, con personajes de la mitología griega como son las musas de la música, la comedia, danza, astronomía, poesía, entre otras. Para finalizar la visita al interior bajan la cortina contra incendios la que protege el escenario, hecha de acero y zinc, con cristales opalecentes, diseño de la casa Tiffany, que representan el valle de México coronados por el Popocatepetl e Iztaccihuatl. Esta maravillosa obra de arte puede considerarse como un auténtico rompecabezas al ser un millón de piedras aproximadamente. Como último recurso el expositor comentó que durante el diseño del Palacio, Adamo Boari siempre lo acompañó un perrita llamada Aida, su nombre es el título de su Opera preferida, por desgracia ella muere, pero manda crear su imagen en el exterior del Bellas Artes para quedarse en la eternidad. ¿En dónde se ubica su imagen?

Terminó la función, abren puertas de emergencia, para salir a un costado del Palacio de la Bellas Artes, nadie se da cuenta, pero lo cierto es que el recinto se hunde, hace tiempo Diego Rivera mencionó que el Palacio de las Bellas Artes iba a ser el Palacio Submarino. Esto se debe a la gran cantidad de peso que lleva su armazón de acero.

Los maestros y alumnos esperan pacientemente al autobús sobre la avenida Hidalgo, en el trayecto una gran cantidad de alimentos abren el apetito entre los esquites, dulces, paletas, congeladas, aguas en la Alameda. Con un adiós me despido de los niños deseándoles buen viaje y volver a verlos pronto. Una niña se levanta dándome un dulce y en eso una estampida de aplausos se escucha agradeciendo por el tratarlos bien. Al bajar me intriga esa despedida, en verdad ¿Los tratamos bien?

domingo, 24 de octubre de 2010

Curso de conduccion de grupos

Inicia 3 de noviembre 2010
Conducción de Grupos

Lugar: agrupacion de Guias, choferes y prestadores de servicios de turisticos
Horario: 9 a 14 hrs Miercoles, Jueves y Viernes 9 a 16 hrs
Horas: 20
Domicilio Navarra 62 col alamos, cerca del metro Viaducto
Sin costo

viernes, 15 de octubre de 2010

Confirmo inicia capacitación el 18/Octubre/2010

VERIFICO INVITACION DEL 18 AL 22 DE OCTUBRE 2010

HORARIO 9:00 a 13:00

LUGAR: AGRUPACION DE GUÍAS, CHOFERES Y PRESTADORES DE SERVICIO TURISTICOS

NAVARRA #62 COL. ALAMOS CERCA DEL METRO VIADUCTO

INCIAMOS CAPACITACIÓN 18/ OCTUBRE/ 2010

Curso de Capacitación sobre Animación y Recreación de Grupos

17 y 22 de octubre de 2010 de las 9:00 a las 13:00

Duración 20 horas.
Los participantes aprenderán estrategias y tecnicas nuevas para el manejo de grupos de las más diversas edades, condiciones e idiomas. Como parte del taller se simularán actividades lúdicas para poner en práctica los conocimientos adquiridos. Otorgando constancia con valor curricular por parte de la Secretaria de Turismo y el curso no tiene ningún costo.

Requisitos:

* Asistir todos la semana
* Venir abrigados por que hace algo de frío.
* Puntualidad

CUPO LIMITADO. Reserve a iconografia@gmail.com
LUGAR DE REUNIÓN:Agrupacion de Guias y prestadores de servicios turisticos,Martin Vallejo. Navarra #62 col. Alamos, cerca del metro Viaducto

CAPACITACIÓN GRATUITA EN EL DF


La Secretaria de Turismo del Distrito Federal, por parte de la Dirección General de Servicios Turísticos invita a sus cursos de capacitación , los cuales son gratuitos y al finalizar se dará una constancia con valor curricular. Los Cursos presenciales tienen una duración de 20 horas, los contenidos son:

Cursos a puestos Específicos

  • Servicio a comensales
  • Manejo Higiénico y Preparación de Alimentos
  • Preparación de bebidas
  • Servicio a Cuartos
  • Atención al Cliente
  • Desarrollo urbano
  • Mejora Continua


Cursos especializados

  • Calidad en los Servicios Turísticos
  • Geografía y Patrimonio Turístico de la Ciudad de México
  • Historia del Bicentenario
  • Organización de eventos, congresos y convenciones


Cursos de Formación y actualización para Guías de Turistas

  • Animación y Recreación Turística
  • Técnica de Interpretación Ambiental


Iniciativas Estatales

  • Turismo de Negocios en la Ciudad de México
  • Ecoturismo y Desarrollo Sustentable
  • Promoción y Comercialización Turística
  • Diseño de Productos Turístico para la Ciudad de México
  • Programas Estratégicos en la Ciudad de México
  • Atención a personas vulnerables (personas con discapacidad)

En caso de solicitar mayores informes o solicitar nuevas necesidades, temarios y demás información, la titular de la Dirección de Calidad y Competitividad Turística, Lic. Hassibe Osman Dewitt, lo atenderá en el tel. 5212 0260 ext. 2402 correo electrónico hassibeod@mexicocity.gob.mx.


lunes, 11 de octubre de 2010

Turibus party

El recorrido nocturno inicia a un costado de la Catedral de México a bordo del Turibus, con cronómetro en mano y una gran expectación. Comienza el paseo para reconocer las obras de recuperación del Centro Histórico que ha sido como una cirugía a corazón abierto. Un corazón que adquiere otro ritmo en la oscuridad sobre una unidad con techo descubierto a casi dos metros del suelo. Con heroísmo los anfitriones aguardan comentarios, toman fotos, y ríen ante este nuevo corredor cultural.

Se trata de una prueba piloto para conocer las calles y edificios de la Centro Histórico. El recorrido pasa por lugares emblemáticos de la historia mexicana, por ejemplo, el Nacional Monte de Piedad, Templo Mayor, Colegio de San Ildefonso, Plaza e Iglesia de Loreto.

Prosigue por la vieja calle de República de Venezuela con su mercado Abelardo L Rodríguez, posteriormente llega a Plaza de Santo Domingo donde se visita Iglesia además de la Antigua Escuela Nacional de Medicina donde estuvo el Tribunal del Santo Oficio, de reojo, se ve la Antigua Aduana hoy edificio de la Secretaría de Educación Pública

Baja por la calle de Bolívar y finaliza en la recién estrenada calle peatonal de Regina que va de la Av. 20 de Noviembre a Bolívar. Está ruta será una nueva alternativa de paseos de noche en Turibus.

Durante el trayecto las construcciones urbanísticas plasman el paso de los años, algunas demuestran el status social: ya sea de un minero, comerciante, dueños de obrajes, hacendados y clérigos, hecho que está plasmado en la exquisita decoración de las fachadas de sus residencias, palacios, iglesias...

¡Sean bienvenidos y por favor no se paren!

Uno de los guías grita: “A su mano izquierda se encuentra el Nacional Monte de Piedad, obra del gran minero Pedro Romero de Terreros antiguo dueño de la Hacienda de San Miguel Regla en Hidalgo. El edificio fue aposento de Hernán Cortés. Ocupó la manzana que, anteriormente, formó parte del Palacio de Axayácatl.”

De repente la calle de Monte Piedad se transforma en República de Brasil, la panorámica es inquietante, un relativo silencio resguarda nuestra admiración, antiguas casas coloniales se combinan con fachadas modernas, marquesinas de puestos cerrados, gente caminando…En la esquina doblamos a la derecha hacia la calle Donceles sigue por Justo Sierra.

En la oscuridad el Templo Mayor emerge entre monumentos coloniales y su museo del sitio. Las obras de restauración conservan las diversas etapas constructivas, por esa razón no se llega a comprender a simple vista su significado. Sin embargo está zona arqueológica aun arroja nuevos datos día con día sobre el antiguo recinto prehispánico, dijo el Arqueólogo Raúl Rodríguez.

Durante un breve periodo escuchamos que San Ildefonso tuvo altas ventanas al ser un colegio Jesuita, la fachada exterior que da al Templo Mayor se elaboró durante el siglo XX siendo copia fiel de la fachada original ubicada sobre la calle de San Ildefonso.

De San Ildefonso llegamos a los predios de la plaza e Iglesia de Loreto, al costado derecho se ubica el convento de Santa Teresa la Nueva. Estamos en uno de los límites de traza española y donde vivieron indígenas. Su hermosura radica en su templo neoclásico, dicha iglesia fue muy criticada debido a las proporciones entre la enorme cúpula y su planta pequeña. Si se observa con detenimiento la construcción está inclinada por el hundimiento del terreno, por lo que se cerró al culto.

El Templo de la Santa Teresa la Nueva se embellece por sus rejas, las portadas gemelas y la torre campanario. Las monjas Teresinas se caracterizaron por su voto de pobreza. En frente del Templo la plaza tiene una fuente que antiguamente se ubicó en una de las glorietas de la calle de Bucareli.

Hacia la década de los treintas se demuele gran parte del Colegio de San Gregorio para poder construir la calle de Venezuela y el mercado Abelardo L. Rodríguez, con arquitectura neocolonial. Con le fin de tratar de educar a la gente pintaron el interior del mercado con murales de temas sociales. Este fue un intento por reubicar a los vendedores ambulantes a un lugar fijo, con todos los servicios como: Teatro, guardería, baños, dicho proyecto estuvo muy adelantado para la época aplicada.

Al respecto el Arq. Jorge Jesús Carrillo investigador del Centro Histórico mencionó que:“El gobierno ha tratado en los últimos años de tratar de rescatar el edificio pero es un tanto la zona, los locatarios, aun sigue siendo una zona muy difícil no hay servicios, todavía la calidad en el mantenimiento sigue siendo muy escaso”.

El poder eclesiástico y el conocimiento

La plaza de Santo Domingo es la segunda en importancia dentro del Centro Histórico. En la distancia el Portal de evangelistas durante el siglo XIX todos los escribanos que se encontraban en el Zócalo fueron cambiados de su sitio original al generar empleos a la gente letrada en está zona.

Los dominicos, reconocidos por su poder intelectual y político, recibieron en donación un predio para su iglesia, ubicado en el predio de Belisario Domínguez y República de Brasil. Este recorrido comprende aspectos importantes de la vida urbana durante la Colonia: el religioso y el educativo, el poder intelectual y el de la Iglesia.

Palacios y Residencias coloniales

El Centro Histórico es de tezontle, pero los elementos laterales de las puertas y ventanas se prolongan hasta la siguiente cornisa haciendo una especie de “H”. Esta característica no sucede en Puebla a pesar de la cercanía, aunque este en el mismo país existen localismos lo que le da carácter a cada ciudad dentro de la república.

“A partir de la segunda mitad del siglo XVII y durante todo el siglo XVIII la ciudad de México se verá constantemente embellecía con nuevos y suntuosos palacios y templos construidos por los arquitectos de mayor fama y renombre que utilizaron el repertorio formal arquitectónico existente, sin límite alguno, dando vuelo a la imaginación en sus exuberantes decoraciones barrocas sobre los vistosos muros del rojo y aterciopelado tezontle con sus vistosos remates de afiligranados encajes de gris cantera.”[1]

Sobre la calle de Bolívar resalta la Casa Borda cuyo dueño fue Don José de la Borda quien era un rico minero que hospicio la creación de la iglesia de Santa Prisca en Taxco. Al llegar a la ciudad de México el quiso tener un palacio más grande que el de Hernán Cortes. Este individuo tuvo la intención de hacer su residencia sobre toda la manzana por lo que vemos en su esquina del primer piso una balaustra alrededor de su casa señorial.

Sin embargo cuenta la leyenda, que en esa casa todos los días le gustaba pasear a la hermosa esposa del Sr. Borda y para que nadie le coqueteara el pretende construir un balcón corrido alrededor de la manzana y de esta manera ella podría caminar sin ser cortejada por ningún hombre.

¡Prepárense para bajar, no olviden sus pertenencias!

A la luz de las nuevas luminarias el nuevo corredor cultural de Regina abarca el tramo paralelo entre Bolívar y Av. 20 de Noviembre. El cambio de calle de Regina explico Ricardo Bautista, director de Promoción y Difusión del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, “la hizo el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, en enero de 2007 y es parte de las iniciativas de recuperación de espacio público, de transformación de las vialidades, con el propósito de fomentar la movilidad no motorizada”.

La deformación del tramo se explica por la antigua acequia prehispánica que cruzo a lo largo de está sección. Las residencias, templos, casas, etc, suman 47 en total de las cuales 15 están catalogadas como monumentos históricos por INAH.

Durante el recorrido en vivo menciono Bautista que se puede encontrar, “Instalaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes, la galería Clínica Regina, el Centro Cultural Casa Vecina, la Universidad del Claustro de Sor Juana y el nuevo Museo de los desaparecidos políticos, también se han habilitado galerías personales en algunos departamentos y existen más de veinte establecimientos que suponen el encuentro y el diálogo, como fondas y restaurantes, mezcalerías y pulquerías, donde conviven vecinos, estudiantes universitarios, promotores culturales y artistas plásticos”.

Y así como un baldío se transforma en un parque, una calle se convierte en un corredor y una historia concluye con la promesa de la creación del nuevo camino, con cambios y exclusividad.

Bibliografía

Rojas Pedro, Instituto de Investigaciones Estéticas facsímil sin titulo…

Jesús Carrillo, Jorge, Los Palacios de la ciudad de los Palacios, revista Ritos y Retos del centro Histórico.

Alegría de la Colina Margarita, Hernández Monroy Rosaura, El centro histórico, Universidad Autónoma Metropolitana, México, DF, 1991



[1] Jesús Carrillo, Jorge, Los Palacios de la ciudad de los Palacios, revista Ritos y Retos del centro Histórico, pág. 15